La
salud se crea con nuestros pensamientos, nuestras creencias, nuestras
emociones; y esto nos puede crear conductas a favor o en contra de nuestra
salud.
Hay
personas que confían en que de ellas depende su capacidad para poder influir en
su salud, estas personas funcionan a partir de un pensamiento racional; al
igual que están las personas que piensan que la salud se tiene o no se tiene
independientemente de la conducta propia funcionan a partir de un pensamiento
irracional.
1. “LOCUS
DE CONTROL EXTERNO”
Aquellas
personas que no cuidan su salud de manera activa y conscientemente tienen un
rasgo de personalidad denominado “locus de control externo” que se lo pude definir como el resultado de
que los eventos ocurren del azar o del destino.
Si
tenemos un locus interno consideraremos que muchas de las cosas que nos pasan
son por resultado de nuestras acciones y nos creeremos capaces de controlar
nuestras vidas; y si se tiene un locus externo consideraremos que las cosas que
nos ocurren no son por nuestro propio desempeño y llegaremos a la conclusión
que no vale la pena esforzarse por aquello ya que lo bueno y lo malo que nos
pase es gracias a la casualidad.
2. PENSAMIENTO
MÁGICO
Existe
un técnica llamada Sungazing que
consiste en mirar directamente al sol con la creencia de que ello permite
mejorar o incluso reemplazar la alimentación. Hay que tener en cuenta que esta
técnica tiene sus riesgos como podrían ser daños oculares, ceguera, cáncer de
piel y muerte de deshidratación o inanición.
Todo
lo que viole las leyes de la naturaleza y carezca de un razonamiento sensato
que lo avale forma parte del pensamiento mágico o anómalo.
3. CREENCIAS
IRRACIONALES SOBRE LA ALIMENTACIÓN.
Muchas
personas tienen esta tipo de creencias irracionales:
·
Comer
es la mejor forma de superar la soledad, salir de la depresión y de alcanzar la
felicidad.
·
Si
se hace ejercicio no importa lo que uno come
·
Las
comidas con bastante grasa tienen buen sabor.
·
Si
algo es bajo en grasa puedes comer lo que quieras.
·
Solo
engordan los alimentos que se ingieren en la noche.
·
Si
el sobrepeso es algo genético ¿por qué preocuparse por adelgazar?
Para
poder desmontar estas creencias irracionales lo único que debemos hacer es
trabajar el sentido crítico, cuestionarnos la veracidad y la utilidad de cada
creencia que mantenemos. Si una creencia nos hace sentirnos solos, tristes,
vulnerables, fracasados es señal de que
es inequívoca y de que hay algo erróneo en ella.
4. ¿QUÉ
SUCEDE CUANDO NO PENSAMOS RACIONALMENTE LA SALUD?
Decidir
que nuestra salud depende de factores externos, de pensamientos mágicos o
mantener creencias irracionales son el fondo de diferentes formatos de una
misma cosa: renunciar a la propia responsabilidad y capacidad de sentir que en
cierta manera cada uno de nosotros puede influir de modo positivo sobre su
estado de salud presente y futuro: También tiene idénticos riesgos:
Vulnerabilidad
La
lista de creencias irracionales sobre la alimentación que veíamos antes da fe
del primer riesgo al que nos enfrentamos: ser víctimas de embaucadores sin
escrúpulos.
Y
esto no sólo pasa con la alimentación, desde luego. Si echas una ojeada a los
pensamientos que definen a las personas con locus de control externo sabrás por
qué tienen tanto éxito las mutuas privadas.
Es
inadecuado que las personas abusen innecesariamente de los servicios sanitarios
como que confíes tu salud a personas no cualificadas. Obviar o demorar la
búsqueda de un tratamiento médico acreditado cuando tienes una enfermedad grave
es sin duda, una pésima decisión.
Malestar
psicológico
Tanto
la externalización de nuestro locus de control como los pensamientos mágicos o
irracionales parten de premisas inadecuadas y por lo tanto conducen a
deducciones equivocadas, pero también nos empuja a padecer emociones
inadecuadas y perjudiciales. La lista de estas emociones incluye: negatividad,
ansiedad, fobia, sobrepreocupación y un largo etcétera.
Adquisición de malos
hábitos
Cuando
una persona se encuentra envuelta por creencias absolutas y desbordadas por las
emociones, no está en mejor posición para llevar a cabo tareas y potenciar los
aspectos positivos de su vida. En definitiva, las creencias racionales conducen
a conductas de autoayuda, mientras que las creencias irracionales propician
conductas destructivas para la sociedad y el individuo.
ANALISIS CRÍTICO:
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